deporte del comunismo

El fútbol en la Alemania del muro

La contienda institucional llegó al campo de fútbol. La RFA ensombreció a la RDA hasta que los orientales ganaron un partido de la fase final del Mundial de 1974 en territorio occidental

JAVIER BRAGADO | Madrid

La selección de fútbol de Alemania Oriental que venció en Hamburgo en 1974. / Archivo
La selección de fútbol de Alemania Oriental que venció en Hamburgo en 1974. / Archivo


El deporte también tuvo en Alemania su particular visión de la separación política del país. Resulta paradigmática su traslación al fútbol, un deporte de gran interés a ambos lados del Telón de Acero y en el que los 'hermanos' siguieron dos caminos bien distintos. La primera diferencia se observó con claridad con la disolución de la selección alemana en 1940 y su separación acorde con la nueva realidad. Por un lado, la representación de Alemania Occidental se convirtió en una de las grandes potencias mundiales, mientras que por el otro, la selección de Alemania Oriental apenas destacó entre los profesionales aunque fuera campeona olímpica.

El caso del equipo del oeste resultó ser el perfecto ejemplo de resurgimiento germano y de su recuperación tras la II Guerra Mundial. Fritz Walter simbolizó la esperanza para sus compatriotas tras pasar de la supervivencia en un campo de prisioneros a capitanear la formación alemana que sería por primera vez campeona del mundo (1954). No sería el primer éxito de la Alemania Occidental, puesto que terminarían entre los cuatro mejores de ocho de los diez siguientes Mundiales (con tres campeonatos incluidos), sumados a dos victorias en la Eurocopa. Además, su poderío en los torneos clubes aumentó especialmente durante los años 60 y 70 con triunfos en competiciones europeas para Bayern de Múnich o Hamburgo, de manera paralela al ascenso de su prestigio como selección nacional. En cambio, la historia de la selección de Alemania Oriental apenas guarda parecido. Sin éxitos en los torneos internacionales, sus mejores opciones llegaron en los Juegos Olímpicos, donde sus futbolistas aficionados sólo encontraban rivales entre los amateurs del bloque del Este. Así, sumaron una medalla de oro en Canadá (1976), mientras los clubes de la región del este apenas podían medirse con sus vecinos del oeste.

El milagro del Volksparkstadion

Paradójicamente, el mayor éxito de la selección oriental aconteció en territorio 'enemigo'. Ocurrió el 22 de junio de 1974 en Hamburgo. Su clasificación para la fase final del Mundial de fútbol había resultado una sorpresa y el destino había emparejado a la República Democrática y a la República Federal en el mismo grupo de un torneo en que los occidentales eran los anfitriones y favoritos. Aquel día acudieron más de 60.000 espectadores al Volksparkstadion, en la única versión efectiva del enfrentamiento deportivo al más alto nivel. En un partido cargado de tensión política y simbólica el rival más débil se llevó la victoria con un tanto de Jürgen Sparwasser. La DDR se clasificó contra pronóstico para la siguiente fase en el mayor hito futbolístico de su historia. Nunca volvieron a verse las caras y los occidentales continuaron como una gran potencia que ensombrecía a los alemanes del Este, circunstancia que aumentó el orgullo por el triunfo en el marco más complicado. "Se rumoreaba que había sido recompensado profusamente por mi gol con un coche, una casa y una gran cantidad de dinero en efectivo, pero eso no era verdad" reconoció años después un Sparwasser que huiría en 1980 a la Alemania del Oeste en busca de una vida mejor.

La unificación se cerró en 1990 -tras ganar Alemania Federal el Mundial- con la fusión de ambas selecciones en torno a la Occidental. Mathias Sammer fue el primer 'oriental' en participar con el equipo unificado y la liga de Alemania Federal admitió a unos pocos clubes del Este. Sin embargo, la transición hacia el capitalismo acabó con el potencial de los ex comunistas, con las dificultades para adaptarse a un sistema que contaba con numerosos años de ventaja y el éxodo de sus mejores futbolistas en busca de mejores condiciones. Equipos poderosos del Este como el Dynamo de Dresde tuvieron que renunciar a la élite por sus problemas económicos y veinte años después ninguno ha conseguido manternerse en la Bundesliga.

Vídeo

El milagro del Volksparkstadion

Vídeo resumen del partido entre las dos alemanias en 1974

Diseño: Ignacio Povedano Paz | Coordinación: María Eugenia Alonso