Se integró en el Partido Comunista de la Unión Soviética en 1931, en la época en que las purgas de Stalin eliminaron a la vieja guardia de la Revolución bolchevique y abrieron las puertas del partido a las jóvenes generaciones formadas bajo el régimen comunista. Combatió contra los alemanes en la II Guerra Mundial, alcanzando el grado de general.
En 1952 accedió al Comité Central del Partido. Tras la muerte de Stalin en 1953, se mostró decidido partidario y colaborador de la línea aperturista de Khrushchev, bajo cuya protección se convirtió en presidente de la URSS hasta 1964, cuando fue designado secretario general del PCUS. Este cargo le otorgó el máximo poder en el régimen soviético durante 22 años, si bien se instauró una ficción de dirección colegiada para corregir los excesos personalistas de épocas anteriores.
La apariencia inicial de un poder compartido con Podgorny (jefe de Estado) y Kossygin (jefe del Gobierno) se disolvió pronto, sobre todo a partir de que las discrepancias entre Brezhnev y Podgorny llevaran a éste a dimitir, acumulando Brezhnev la Presidencia de la URSS (1977).
Sin nuevas ideas para dinamizar el régimen comunista, el país volvió al centralismo de la época estalinista y se fue hundiendo paulatinamente en la burocratización y el estancamiento. En política exterior, Brezhnev defendió la doctrina de la coexistencia pacífica con el bloque capitalista, tanto más justificada a medida que el estancamiento económico iba dejando atrás a la URSS en sus posibilidades de competir con Estados Unidos.
El Kremlin envió tropas a la República Islámica para preservar al régimen comunista en el poder.