Aún no vamos a jugarnos el parné online cuando ni siquiera controlamos los elementos más básicos de esta modalidad deportiva pero al mismo tiempo, el hecho de poder competir por un premio, por pequeño que sea, agudiza nuestro ingenio y acentúa nuestra concentración ergo aprenderemos más. ¿Cómo? En un negocio que mueve cifras realmente obscenas todo está inventado. El freeroll es tu juego. No tienes que apostar nada, ni un céntimo. Sólo te tienes que concentrarte en jugar bien tus cartas, en ganar el torneo y su premio.

Obviamente los freerolls no ofrecen millonarios premios, antes al contrario suelen ser de un dólar para el mejor. Pero qué queremos, no hemos apostado nada y podemos ganar mucho. No es sólo el dólar del torneo sino la experiencia y la adquisición de algo elemental, la mentalidad ganadora.
¿Dónde?
No es difícil. Es más no hay sala de póquer online, de la más grande a la más pequeña, que no organice freerolls a diario. Sólo tienes que buscar el que más te convenga y adelante, a competir contra los demás sin miedo a que entre un depredador experimentado a llevarse el premio. Los peces gordos no pierden el tiempo en torneos gratuitos de un euro. Mejor para todos, ellos a lo suyo y nosotros a lo nuestro. Y quien sabe, de euro en euro vamos subiendo de nivel y mira, el actual campeón del mundo empezó así.